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Mostrando entradas de agosto, 2012

Solo un paredón

"Es la base de la dieta del amor, mucha risa pa' que no nos duela nada". ¿No te pasa que escuchas esa canción y lloras? ¿Nunca tuviste esos días de reflexión en los que no sabes por qué causa estás triste? Esos días en los que te golpeas la cabeza contra la pared y rebotas hacia otra pared, porque no te presta la atención que requerís como fundamental, y no salís de cuatro paredes que encima te cuestionan. Una te pregunta por qué te cuesta tanto querer. La otra te exige que de una buena puta vez pises el pasado. La otra te propone valorar un poco más tus propios valores. Y la última te pregunta quién sos. Y en la última rebotas porque querés, porque es la que te toca el corazón. Es la que hace que te preguntes todas las preguntas que no sabes cómo preguntarte, y muchos menos responderte. Es la que te remuerde en lo más profundo de tu vida pasada, presente y futura. Es la que te remuerde en cada acto que dudas de hacerlo con el consentimiento de tu conciencia. Es la qu...

¿QuIéN dIcE?

Acudí a tu auxilio de forma inmediata. "Hola, ¿qué tal?", tu sonrisa y perdí por goleada.  Te apoderaste al instante de mi ocio y, al fin y al cabo, pude entender que hiciste negocio.  Una ráfaga de balas seductoras no lograban vulnerar una coraza idiota. Y con mi seguridad ya en la miseria, fuimos por un café, juntos, los 3: vos, yo y tu histeria.  Sin mucho más que hablar, nos despedimos. Comprobé que ya era inútil extender ese partido. Colgué los timbo y bajé la persiana, sin embargo, tu autoestima cascoteó mi ventana.  Sugerías necesitar mi delirio. Para ganar espacio, me mostré cual tipa tibia. Empezó a inquietarte mi nueva conducta, pero caí derrotada por tus brotes de astucia.  Me regalaste vacaciones en tu alcoba, atrás quedó esa idiotez de dormir cola con cola. Conocí los pechos más lindos del mundo. Sobre gustos no hay nada escrito, pero sobre bustos... ¿Quién dijo que no se puede? ¿Quién dijo que no se puede combinar inconstancia, inconciencia ...

Somos

Somos la mosquita majadera en la sopita de un gordito megalómano virtual.  Somos chiripiorca garrotera y el granito en el culito de un matón de red social.  Chivos expiatorios del fracaso, de fantoches sin esquina, sin la luna y su verdad. Y somos el cuco de unos cuantos que se llenan la barriga manoseando a la bondad.   Somos su gárgara de tachuelas, su deseo reprimido.  Somos blafesmia para la escuela de borregos consentidos.  Somos chabacanos despiadados, mequetrefes desaseados, máxima expresión vulgar.  Pero representa un buen augurio, bien de mí habla el exabrupto que me arroja tu moral.  Perros que te muerden cuando chumban, somos gatos que se asumen, mil ratones que cazar.  Locos enviados por la chusma, con una furia insoluble sin pastillas por tomar.  Nunca perdimos nuestra ternura, pero también endurecimos. El estoicismo es la investidura que por necios obtuvimos.  Somos los herejes de tu cura, el camión de la basura...

متر

Hace mucho que no escribo para vos, en realidad hace mucho que no escribo algo que realmente me cause satisfacción. Será que los orgullos, últimamente, abundan por el aire. Me da miedo pensar cuan importante sos para mí. Los reemplazos en mi vida siempre fueron complicados, pero esta vez no te quiero reemplazar a vos. Siento que te importo poco, que si no estoy yo tu vida sigue igual, tu mundo sigue girando y no se descoloca. Pero si no estas vos, mi eje no es recto. Igual no es del todo bueno que te escriba, seguramente sabes que es para vos y el día que me veas vas a reírte de estas palabras. Pero si hay algo que aprendí, y sobre todo con vos, es que no importa la respuesta que recibas, es mejor quitarte todo de encima porque el nudo que hacen las palabras cuando callan, es más fuerte que cualquier respuesta no esperada. De todos modos oculto lo que me pasa, me encanta tu compañía, es lo que más disfruto de los días. Me encanta mirarte dormir, despertar ...

CK

Es una cura, un amor, un desprecio, un flash al corazón. Es una estúpida escapatoria al alma ajena, al alma que habita en otro cuerpo cuando el nuestro está encerrando un muerto. Es una mochila pesada quue cuelga de los hombros, y se carga de esperanzas. Es una mirada a la soledad, un dolor, un furor, un estruendo de sabor. Una poesía, la frase más linda hecha canción. Un color, un olor y un sueño que despierta. Es la vida en imágenes, un deja vú, y el querer ser alguien. Es un respiro al aire puro, una mala pasada para el pulmón y una neurona que se exalta en medio de la ocasión. Es la escencia del más miedoso de los miedos: el miedo a uno mismo. Porque cuando uno tiene miedo, deja caer su as de la manga; cuando uno tiene miedo pierde la fortaleza, se va de mambo, se deja caer en vez de patear la piedra. Es cuestión de volar, dejar un pasajero y seguir el viaje, tomar impulso para que el salto sea más largo. Es cuestión de probar algo diferent...

Despertar

Despertar y saber que ya pasó. Entender que ese cuerpo blanco que tanto ansié tocar, fue como un poco de viento que se fue; así como se van a ir, de a poco, cada uno de los detalles bañados en alcohol, esos que hoy aprieto en la memoria para no olvidarlos. Despertar, y repasar cada día como si fuese una rutina, y pensar que si se pudiera volver el tiempo atrás, haría el doble de lo que hice; y sentir culpa por no haber vivido ciertas cosas que en realidad no hubiesen cabido en mi tiempo. Despertar, mirar el mural, y acordarme de cada una de las caras de esas maravillosas personas que hicieron posible ese viaje, ese viaje que todos escriben como un punto final, cuando en realidad es apenas un comienzo. Despertar siete días después con un nudo en el estómago, dolor en los pulmones, y candombes en la cabeza porque todavía la enfermedad más linda te está invadiendo. Despertar pensando en cómo voy a resolver todos los después que se me vinieron. Porque Bariloche es así, es un...