179

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Mi intención no es hacerte sentir patético. Tu actitud tan básica y predecible fue demasiado evidente a la hora de hacerse imaginar.
Lo que pasa es que a veces esperamos y esperamos a que una situación llegue, y creemos que estamos preparados para responder hacia ello, pero en realidad cuando nos llega el pozo depresivo es demasiado hondo como para salir ileso y limpio.
179 lunas tardé en darme cuenta de que mi cuerpo no estaba tan frío como yo lo creía.
179 soles tardé en asumir que en realidad el único que me paralizaba eras vos.
Sin rodeos, sin rencores, con perdones, con antes y despueses, con insomnios y sueños que nunca acabaron, con guasones y sabina, al derecho y al revés, con ropa y sin ropa. Cuando quise y cuando no, también; cuando estuviste triste, cuando estabas contento, cuando tus burlas me alegraban la mañana.
Todo fue demasiado, y poco a la vez.
179 canciones fueron las que escuché hoy. No quiero escuchar 180, iría en contra del vicio que me generaste.
Yo no quería ni el anillo, ni la convivencia, ni los domingos familiares, ni las cenas obligadas, ni los mandados de la mano, ni mis pinturas en tu baño, ni una foto pegada en mi pared. Ni siquiera quería la crítica de todos tus amigos.
Pero así se dio, y tardé 179 días en darme cuenta de la gran confusión que teníamos el uno con el otro.
179 días, 179 noches, 4256 horas, 214560 minutos, o una eternidad. Como prefieras llamarlo. Todo eso fue lo que disfruté como nunca había disfrutado algo en mi vida.
Te desnudé, y ví más allá de eso. Vi cosas que jamás había visto en alguien. Vi tus ojos increíbles, muchas veces que vos no me miraste. Te vi dormir, y vi tu música. Te vi ebrio y sobrio. Te acaricié, y muchas veces esas caricias eran mi mejor momento del día.
Y tu espalda... Esa espalda que mil veces me hizo temblar fue la debilidad de tu cuerpo, que tantas veces me vio.
Vi todo, no puedo explicar cada una de las cosas porque en este momento las lágrimas nublan absolutamente todo.
Te quiero, te quiero para mí. Pero no me queda nada más por hacer, nada más por decir: "El amor fue tan bien hecho, que infinitas son las gracias"


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