A mi amor, con discreción
¡Por favor! No le cuentes a mi amor de mi locura, que no sepa de mi ardor, que no se entere que me duele el corazón. Por favor, no le digas que lo quiero, que lo extraño cuando no lo tengo, que deseo que su piel permanezca sólo en mi cielo. ¡Por favor, amiga! No le cuentes sobre mis fracasos, rajaduras y despojos. No le cuentes a mi amor sobre lo arduo que es estar en mis pies. Pero, hermana, tampoco le mientas. No le hables sobre jardines de primaveras, ni velas en la cena, ni poemas sobre la mesa. No le digas cuan estúpida que soy al pensar que se estremece cuando bajo el cierre de su pantalón. Tampoco le cuentes que le temo a los espejos porque veo reflejado mi pulmón con agujeros; y mi corazón partido al medio. Sólo espero, amiga, que hoy no entiendas mis sucesos, porque eso sería poco serio. Y seguro encuentres cómo hablar con mi amor, pues la palabra justa siempre la dices sin vacilación. Te agradezco por manejar la situación, mientras yo me preocupo por recuperar mi cor...