Miedo
Estoy aterrada. Ya no me acuerdo cómo se hacía esto. Perdí mi alegría y mis convicciones; sólo queda el miedo. Eso me aterra. Lloro por el miedo que me genera mi miedo. A todo. Tiemblo. A veces sueño que mis temblores me provocan pesadillas. Una pesadilla de otra pesadilla. Y no puedo salir de ellas. Me despierto, sudo recuerdos, ¿dónde quedó mi paz? Intento salir, pero es un largo camino, y todos los días inhalo y exhalo tras pasar cada árbol, cada pozo, cada piedra. Y cada obstáculo es un nuevo presente y un pasado no pisado. En cada obstáculo me cruzo con todos los males que me paralizaron, con cada punzada que me hizo sangrar. Pero cada vez que miro las cicatrices que me dejaron cada una de ellas, me doy cuenta que nada me hizo sangrar tanto como esto; estoy perdida. A veces me quedo sin aire, siento que no puedo respirar del dolor que me causa simplemente pensar. Perdí mi mayor rasgo, mi mayor característica, perdí mi todo: ya no puedo imaginar. Me duele lo que imagino. Se...