Censura

Tanto tiempo te censuré... Y hoy estás acá. Mordiéndome el estómago. Agujereando mi cerebro como si fueses un gran taladro. Hoy estás acá, mirándome, sintiendo como toda mi sangre transcurre un proceso de congelamiento; mirando como mis ojos intentan desviarse hacia la nada misma. Y te reís. Yo sé que por dentro te reís. De mis censuras, de mis halagos, de mis penas, y mis llantos. Te reís de como poro a poro mi cuerpo se va consumiendo. Te reís porque sabes muy bien lo que me movés al parpadear.
Si tan sólo tu silueta fuese una ilusión, las pesadillas desgarradoras desaparecerían, y mi vida se volvería igual de negra pero sin ese resplandor. Porque sos eso. Un resplandor, que aparece, destella unos segundos y queda perpetuo en el tiempo. Como cuando cerras los ojos muy fuerte y de repente los abrís, queda esa luz, que intentas que se vaya pestañeando más y más. Y si tan sólo te fueras en un abrir y cerrar de ojos...
A veces me das nauseas. A veces quiero vomitar cuando escucho tu voz. Es como si entraras a mi cabeza y agarraras mis neuronas agitándolas, expectante a ver si algo se escucha ahí adentro. Pero otras veces quiero abrazarte. Sentir tu olor. Caminar entre tu pelo, y sentir la raspera de tu pecho. Cuando hablas. Tu voz es rasposa.
Tu voz.
Tu voz.
Sólo queda eso. En el olvido. O intentando ser olvidada. Lo que se intenta olvidar es porque está. Y yo no sé si quiero olvidarte porque no sé si quiero asumir que estás. No sé como transformarte en otra cosa no cancerígena. Estás ahí, tan imponente, como queriendo saltar al vacío.
Pero sólo estás. Vos no caerías por mí. Ni siquiera me salvarías. Tu egoísmo nato es más fuerte que vos. Todavía dudo de tus pensamientos al intentar salvarte a vos mismo. Pondrías en juego todas tus convicciones. Pero eso, a esta altura, es un problema tuyo. Desde acá todo se ve minimizado, desvanecido; como pixelado.
Cuando caigas vas a estar sólo. Porque yo ya caí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

vidA A A

Márchate de mi vida

Auto-valorarse