Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2012

Des/Equilibrio

Es una etapa a superar, pero vos no ayudas en la recuperación. Podés ser mi pasado o mi presente, tus apariciones constantes me lastiman mas de lo que yo creo. Aparecés cuando se te antoja, cuando decidís aburrirte por tus propios medios y por eso queres succionar mi mente. Pero no, no más. Vos sabes muy bien que no sos un recuerdo bueno, ni malo; no sos un recuerdo. Sos lo que me mantiene en pie para valorar lo que la gente hace por mí cuando alguna que otra imagen olvidada me cruza por el pasillo. Sos lo que me mantiene en pie para aprender que a veces la primera impresión es la válida, y que no hay que darle tantas vueltas a la tuerca cuando sabes que ahí no va. Pero simplemente existis, y eso ya me desequilibra. Quizas el equilibrio esté en arrancar tu humo de mis pulmones, tu ebriedad de mi hígado, tus palabras asquerosas de mi estómago, tu violencia de mi cerebro. O quizás no; quizás el equilibrio lo encuentre cuando pueda fumar tus promesas, emborrachar tu imagen, reírme de...

Nos sobran motivos

¿Tan poco dura la eternidad en tu cuerpo? Nuestros besos saben a reencuentro, nuestras manos sienten pasión, nuestras palabras pueden oler el miedo que nos tenemos. Sin rozarnos sentimos la fricción, sin besarnos sentimos el sabor, sin pensar leemos las palabras que el viento alguna vez nos llevó. ¿Tantas mujeres pasaron por tu cuerpo? ¿Tanto coraje necesitaste para valerte? Ya no importa el cuándo, ni el cómo, ni el por qué. Mi organismo sin fuerzas disfruta del momento silencioso. Supiste ponerle color a lo más oscuro de mi piel. Supiste cómo entender mis miradas, y seguiste mis pisadas traviesas que bailaban. Te observo detalladamente, y tengo miedo que abuses de este último texto que te escribo. Mi voz rugosa y quebrada espanta tus pensamientos felices, los deriva al llanto. Porque nos decimos "adios", ese "adios" que no intenta tapar ningún "nos vemos", ni ningún "hasta mañana", ni ningún "hasta luego". Este "adios...

Tiempo al tiempo

Tu encanto de tatuajes y pantalones rotos, me cautivó. Te compenetraste con mis pensamientos y así porque sí una mirada supo disimular un tímido gesto de vergüenza. Tu personalidad de tipo extrovertido, y esa sonrisa que dominaba cualquier intento de salir corriendo desesperada, fue lo que me detuvo. Mis tiempos se atrasaron unos segundos. Si no hubieses movido los labios para hablarme, aun estaría haciendo mi vida solitaria dependiente de un trabajo que no me hacía feliz. Pero me hablaste, y pudimos entablar una conversación de un par de horas acompañadas por un café, que me demostraron que la cualidad más importante que tiene la vida, es que uno elige quién ser, qué hacer, y con quién hacerlo. Muchos dicen que no tuvieron la suerte de poder vivir de lo que aman, pero no es así. No es suerte. Es saber aprovechar lo que uno tiene y poder luchar por conseguir lo que está lejos de tener. En fin, en unos meses ya había renunciado a mi trabajo, vivía con un tipo que to...

El fondo de tu vida

¿Quien dijo que tu locura y mi verdad no se podian juntar? Hoy estoy acá. Aún no sé qué es lo que me trajo, qué es lo que me impulsó a tenerte nuevamente en mi vida. Todavía no puedo lucirme feliz; lloras, y me hacés llorar a mí. Pero mantenerme en frío, por mi  y no por vos, hace que aun conserve un poco de orgullo y dignidad. No es tu cuerpo, no es tu piel, no es tu olor. Es tu risa, que me desarma. Me rindo ante ella, me desinhibo ante algo que espere hace mucho tiempo y que todavía me hace no poder caer en la realidad. Fumando un cigarrillo intento recapacitar lo sucedido. Lo que me hiciste, lo que te hice, lo que nos hicimos y lo que nos hicieron. Contra el mundo estamos hoy, parados acá, frente a frente. Corriendo contra el tiempo y contra todo aquel opositor que intente separarnos. Nuestras pieles, nuestros cuerpos haciendo fricción, nuestros roces perfectos. Haces que mi piel se estremezca como nadie la hizo estremecer nunca. Haces que mis ojos lloren de felicidad,...

¿Qué es Dios?

Imagen

Siguiendo la luna

Escondeme la Luna, no dejes que el Sol salga. No te lleves esta calma, este lago de piedras, estas sombras oscuras, llenas de tristeza. No te lleves este momento, por favor. Porque no podría sobrevivir. ¿Por qué ya no estás? Apagá las luces de la casa, y quedate dentro. Desconectá el teléfono, apagá tu celular, el mío. Alejame de los recuerdos, y de estos momentos que algun día van a ser recuerdo. Alejame de la luz, y de la oscuridad. De tu luz, de tu mirar, y de todo lo que alguna vez lograste obtener. Supiste ser como nadie lo supo hacer, y hoy que te fuiste, ya no queda nada, no me queda nada. Más allá, no te enamores, no sueñes, no revivas cada situación que te enlace con el roce de tus pies sobre la tierra. No me busques, por favor. No atormentes cada segundo de mi vida. Quitame la vida, porque ya no encuentro qué hacer conmigo.

Oscarcito

Imagen
Dicen que los payasos esconden tras su nariz la tristeza de una vida esquina y esquiva; dicen también, que la misma nariz les da el coraje que necesitan para afrontarla, sin tanta producción. Existen miles de Oscarcitos que se hacen fuertes como pueden, y nos obligan a ponernos las narices para no pasar por alto su dolor.