Coplas que te vuelan la banca
Viernes 7 de junio, 5.30 de la tarde. Salgo de casa a juntarme con los chicos. Palpitando en el micro, me doy manija con un par de temas, y puedo ver en el vidrio mi sonrisa, esa que la gente mira.
Entre papitas y una guitarra, se fue pasando el tiempo. Partimos, botella con fernet de mano en mano y mis ganas de un trago.
Anginas, fiebre, todo me impedía tomar. Pero aun así iba a ver a Salta la Banca, básicamente nada me importaba más que eso.
Llegamos, y ese mismo aire del teatro me hizo sentir una energía diferente.
Y por ahí dijimos: "Bueno, apostemos dale, a ver con qué canción arranca".
Dolores, Mechi, Desnudando...
Después de un tiempo de ansias, cigarrillos para apasiguar nervios, y un par de mordidas en los dedos, arranca y suena: "Sonreís y un berretín universal..."
Nos miramos entre todos y nos cagamos de risa porque ninguno la había pegado.
"Es la base de la dieta del amor: mucha risa pa' que no nos duela nada", y sentí que ya desde el principio mi garganta se iba desgarrando.
Tenía la mochila adelante, unos de los chicos había puesto su buzo adentro, a cambio de un caballito. Y yo tenía una gran panza adelante, que me hacía transpirar más de la cuenta, pero no me importaba nada.
"Reflexiono y esta vez..." Definitivamente habían arrancado con todo y para ese entonces yo tenía una voz difónica. En medio del pogo, justo el pogo que más me gusta, mi zapatilla se salió. Con la zapatilla en la mano y todos los pisotones encima, yo gritaba desaforadamente porque estaba ahí, como pisando las nubes.
Tren, Dolores, Mercedes, Fuimos, Duelen, Tu, Hay que saber, Él.
Todo era una fiesta, no había una canción que mereciera que me quede quieta. No tenía aire pero saltaba. No sentía los pies, pero eso mismo era lo que me impulsaba a estar a unos centimetros del piso.
Y por ahí "Ya no tengo tu cigarro en desayuno..." y mi sonrisa era la que cantaba. Por ahí a la mitad del tema Santi se va a la escalera, y yo lo tenía en la otra punta pero lo veía bien claro, y era Ilusa, no encuentro a quien no pueda emocionarse y sentirse identificado con Ilusa.
Y como si fuese poco "He de tener el placer..." hizo que por mí recorriera como un escalofrío, y observando la situación desde atrás (porque viste que nunca sabes dónde terminás) veía las caras emocionadas como diciendo "Mira boludo lo que estan tocando!". Esas cosas son las pequeñas simplicidades extra-musicales que verdaderamente te emocionan.
Y COMO SI LA EMOCIÓN FUESE POCA "La negra es un candombe, un reggae dub, un carnaval. La negra es un feriado, viernes santo, manantial. Mi cindor, mis facturas, mis bizcochos y mi pan..." Por estrofas esa canción me hace acordar a la negra, a mi vieja, que es todo eso, y mucho más, así que pensé que cantando más fuerte y revoleando mis brazos iba a hacerle un honor a ella, y a ustedes, por haber escrito dicho temón.
Subieron Los Totora y unas cumbias hicieron bailar los corazones.
Y sigue, "Yo creo que se puede, que se quiera es mi intención."
Y la continuación es algo más que inexplicable, irracional, imposible de entender si no lo sentis. "No tiene límites este amor, esta locura no tiene techo"
"El sueño es del que lo hace por amor", y tiembla el teatro. Literalmente siento que el suelo se resquebraja en esta canción.
Santi cede su lugar y Beto hace una Búsqueda. Todavía no entiendo de dónde saqué las fuerzas suficientes como para mover a la gente y llegar presionada hasta adelante. Tenía que estar cerca.
Y viendo como Santiago "tocaba" el saxo, entre mí dije "Esto es Salti"
Que Salte La Banca, y ese anuncio del Malvinas.
Vosotros, Falto, Seremos, Ellos.
Y lentamente entra una introducción que me pone la piel de gallina. Todavía tampoco entiendo cómo encontre a mis amigos tan rápido, pero antes de que Santiago se acerque el micrófono, yo estaba tocando el cielo con las manos. "Somos la mosquita majadera..."
Y sentí que transpiraba, y me sentí en pedo aunque no había tomado nada, me sentí con fiebre, con la garganta en la mano, drogada, sobria, feliz, sin ni un sólo moretón. Sentí todo. En esa canción ahí arriba canté lo más fuerte que pude. Y no me importaba si tenía el pantalón abajo del culo, o si se me veía el corpiño, o si el de al lado que me abrazaba olía mal. Yo estaba ahí arriba, mirando a Beto, sonriendo, y cantando porque no podes entender nada, no podes entender que haya gente que te genere eso y te toque el corazón. No podes entender nada.
"Fernet con coca y algo de hielo para el deleite de la plebe".
Y ahí nomás, entre aplausos y las puas de Beto, se despedían los invitados de honor de La Plata, de esa noche especial, única, un homenaje al rock, un no sé qué.
Después de un par de intentos fallidos con Chispa, me fui, contenta, feliz, llena de vida.
Supongo que a muchos les pasará lo mismo. Eso es rock, eso es Salti.
Entre papitas y una guitarra, se fue pasando el tiempo. Partimos, botella con fernet de mano en mano y mis ganas de un trago.
Anginas, fiebre, todo me impedía tomar. Pero aun así iba a ver a Salta la Banca, básicamente nada me importaba más que eso.
Llegamos, y ese mismo aire del teatro me hizo sentir una energía diferente.
Y por ahí dijimos: "Bueno, apostemos dale, a ver con qué canción arranca".
Dolores, Mechi, Desnudando...
Después de un tiempo de ansias, cigarrillos para apasiguar nervios, y un par de mordidas en los dedos, arranca y suena: "Sonreís y un berretín universal..."
Nos miramos entre todos y nos cagamos de risa porque ninguno la había pegado.
"Es la base de la dieta del amor: mucha risa pa' que no nos duela nada", y sentí que ya desde el principio mi garganta se iba desgarrando.
Tenía la mochila adelante, unos de los chicos había puesto su buzo adentro, a cambio de un caballito. Y yo tenía una gran panza adelante, que me hacía transpirar más de la cuenta, pero no me importaba nada.
"Reflexiono y esta vez..." Definitivamente habían arrancado con todo y para ese entonces yo tenía una voz difónica. En medio del pogo, justo el pogo que más me gusta, mi zapatilla se salió. Con la zapatilla en la mano y todos los pisotones encima, yo gritaba desaforadamente porque estaba ahí, como pisando las nubes.
Tren, Dolores, Mercedes, Fuimos, Duelen, Tu, Hay que saber, Él.
Todo era una fiesta, no había una canción que mereciera que me quede quieta. No tenía aire pero saltaba. No sentía los pies, pero eso mismo era lo que me impulsaba a estar a unos centimetros del piso.
Y por ahí "Ya no tengo tu cigarro en desayuno..." y mi sonrisa era la que cantaba. Por ahí a la mitad del tema Santi se va a la escalera, y yo lo tenía en la otra punta pero lo veía bien claro, y era Ilusa, no encuentro a quien no pueda emocionarse y sentirse identificado con Ilusa.
Y como si fuese poco "He de tener el placer..." hizo que por mí recorriera como un escalofrío, y observando la situación desde atrás (porque viste que nunca sabes dónde terminás) veía las caras emocionadas como diciendo "Mira boludo lo que estan tocando!". Esas cosas son las pequeñas simplicidades extra-musicales que verdaderamente te emocionan.
Y COMO SI LA EMOCIÓN FUESE POCA "La negra es un candombe, un reggae dub, un carnaval. La negra es un feriado, viernes santo, manantial. Mi cindor, mis facturas, mis bizcochos y mi pan..." Por estrofas esa canción me hace acordar a la negra, a mi vieja, que es todo eso, y mucho más, así que pensé que cantando más fuerte y revoleando mis brazos iba a hacerle un honor a ella, y a ustedes, por haber escrito dicho temón.
Subieron Los Totora y unas cumbias hicieron bailar los corazones.
Y sigue, "Yo creo que se puede, que se quiera es mi intención."
Y la continuación es algo más que inexplicable, irracional, imposible de entender si no lo sentis. "No tiene límites este amor, esta locura no tiene techo"
"El sueño es del que lo hace por amor", y tiembla el teatro. Literalmente siento que el suelo se resquebraja en esta canción.
Santi cede su lugar y Beto hace una Búsqueda. Todavía no entiendo de dónde saqué las fuerzas suficientes como para mover a la gente y llegar presionada hasta adelante. Tenía que estar cerca.
Y viendo como Santiago "tocaba" el saxo, entre mí dije "Esto es Salti"
Que Salte La Banca, y ese anuncio del Malvinas.
Vosotros, Falto, Seremos, Ellos.
Y lentamente entra una introducción que me pone la piel de gallina. Todavía tampoco entiendo cómo encontre a mis amigos tan rápido, pero antes de que Santiago se acerque el micrófono, yo estaba tocando el cielo con las manos. "Somos la mosquita majadera..."
Y sentí que transpiraba, y me sentí en pedo aunque no había tomado nada, me sentí con fiebre, con la garganta en la mano, drogada, sobria, feliz, sin ni un sólo moretón. Sentí todo. En esa canción ahí arriba canté lo más fuerte que pude. Y no me importaba si tenía el pantalón abajo del culo, o si se me veía el corpiño, o si el de al lado que me abrazaba olía mal. Yo estaba ahí arriba, mirando a Beto, sonriendo, y cantando porque no podes entender nada, no podes entender que haya gente que te genere eso y te toque el corazón. No podes entender nada.
"Fernet con coca y algo de hielo para el deleite de la plebe".
Y ahí nomás, entre aplausos y las puas de Beto, se despedían los invitados de honor de La Plata, de esa noche especial, única, un homenaje al rock, un no sé qué.
Después de un par de intentos fallidos con Chispa, me fui, contenta, feliz, llena de vida.
Supongo que a muchos les pasará lo mismo. Eso es rock, eso es Salti.
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