Vino acá...
Me mira, me mima,
sonríe sin prisa;
no abruma, no especula,
vibra su alma entre la espuma.
Asegura con certeza
que no es tonta la cabeza,
que el que inventa no se evita
que pague la consecuencia.
Y al que habla él escucha,
observa, aprende, contesta,
todo el mundo goza su saber,
y abre su alma ante aquel gran ser.
Él lleva un ángel instalado en sus entrañas,
el mira lo que nadie ve,
él cumple su misión diaria
de poner la vida ante la pared.
Y vino acá para hacer feliz
a la gente que él cree merecerlo,
y sólo está dispuesto a hacerlo
si recibe amor y se olvidan del miedo.
Él vino acá para endulzar con la canción,
para que la música baile de emoción,
vino acá a sembrar pasiones,
y caminar entre la gente instalando emociones.
Porque él es así, seguro de sí mismo,
completo, pleno, exasperadamente inmenso;
él es así, y no va a cambiar,
porque su escencia es eso que todo el mundo anhela encontrar.
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