Carta a mi amiga
Esta es una de las tantas veces que intento esa inspiración que no llega. Y no sé por qué.
Quizás escribirle a una persona como vos me hace sentir un vacío de palabras que sólo las llena nuestra risa.
Debe ser la poca demostración que nos tenemos. Tantos años que compartimos nos llevaron a esa poca y estúpida costumbre de falta de afecto cursi, por así decirlo.
Es que nunca me puse a pensar en frío del cambio que noto en mí. Pensé que la cercanía iba a ser un problema para nosotras. Y tenía miedo. Y me dio miedo que no podamos contra las discusiones. Y en realidad fue todo lo contrario.
Pude ver la validez que tienen ciertas palabras y actos que antes no había notado y sólo con vos los comparto, y sólo con vos los puedo ver.
Y hoy me animo a decir que agradezco ese gran poder que tuvimos para conservar eso que pocos saben apreciar y admirar. Y que difícilmente se puede nombrar o describir, pero la única palabra para eso, por más mínima y desvalorizada que sea, es "amistad".
Aunque en el fondo de mí entiendo perfectamente que ya somos un poco más que amigas. Ya no me conformo con decir "mi mejor amiga". Con el boludeo de que sos "mi amiga la fiestera".
Gracias a compartir la ciudad pude ver que sos una hermana.
Y pude ver, además, que lo que haces por mí, es eterno. Y jamás voy a poder agradecértelo de una manera coherente porque las palabras del diccionario quedan chicas.
La increíble manera que tenemos de pasar el tiempo, cómo con simplezas alegras cada momento malo que se presenta en mi vida, cómo podes estar hundida en el más profundo de los pozos y cagarte de risa de la vida, pasándola por encima.
Y gracias a las eternas diferencias que tenemos, en cuanto a gustos, aspectos, pensamientos... Y todas las diferencias habidas y por haber, me doy el tupé de estar al lado tuyo. Compartiendo un mate, un estudio, o la desesperación de no poder manejar una situación.
Vas a ser siempre la rubia modelo que me planta los pies en la tierra, y por eso voy a estar toda la vida pendiente de que sigamos siendo igual de compañeras, o mejores compañeras.
Gracias, por tu simpleza risueña que hoy por hoy, sin victimizar, me atrevo a asumir que son la causa de mi persona en pie, y mi sonrisa radiante sin motivo alguno, y mis lágrimas expuestas a un sin nombre resentido, y a todos los otros altibajos que compartimos.
Gracias por esa felicidad que me da que caminemos a la par.
"No importa lo que hagas, ni hacia donde vayas, la vida es mejor cuando te acompañan"
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