Carta a ya sabes quién

"Hoy me toca llorarte con suspiros de despedida. Hoy me toca alegrarme porque estas bien, y entristecerme por la parte que me toca.
Tuvimos piel, sentimos calor, atravesamos distancias, y sin embargo no funcionó.
Claramente porque te desilusione, como persona, como ser incapaz de llevar una vida responsable. O quizás fuiste vos el que daba la imagen de perfección, pero te faltaban las entrañas para poner las cartas sobre la mesa.
No es tiempo de eso. No es tiempo de reclamos. Todos los que alguna vez pude haberte hecho, ya pasaron. Ya ni siquiera es tiempo de acordarme. Porque mis esperanzas, esas que alguna vez creyeron que ibas a volver, hoy se esfumaron. Desaparecieron.
Pero no te puedo borrar de mí. Me hice la más "superada" y ahora me esta doliendo como hacía mucho no me dolía el alma. Me cuesta. Me cuesta atravesar esto. Porque todavía te extraño. Todavía me acuerdo de vos cuando no pienso en nada. Todavía me río de la felicidad que tuvimos. Porque cuando me decido a distanciarte de mi cabeza, encuentro una foto tuya. Me acuesto y mi cama me pregunta a gritos por qué ya no tiene tu risa, ni tu olor. Me pregunto si alguna vez podré escuchar La Vela Puerca y no acordarme de los momentos que presenció. O si No Te Va Gustar va a dejar de hacer un eco con tu nombre.
Quizás fue eso, la desesperación y el miedo a perderte, que todo el tiempo te fotografiaba, te quería para mí y por eso intentaba ser mejor. Dejé de fumar, mejoré mis vicios, o quizás eran menos.
Te admiraba tanto que quizás eso llevó a que te alejaras de mí.
Lo único que resta es seguir sosteniendo lo que vivimos como uno de los mejores recuerdos. Porque compartí tantas cosas con vos, que no quisiera borrarlas de mi memoria. Fuiste ese recuerdo que me hacía falta para salir de lo malo y quedarme con lo mejor. Porque siempre vas a ser lo mejor, y nunca te voy a alcanzar.
Y cada vez que me prendo un cigarrillo sigo acordándome lo mal que me hace el automático transporte a cuando te prometí dejar de fumar. Mis pulmones ya están colmados de recuerdos. Es humo que entra y sale pero hay un porcentaje que no se expulsa y queda dentro, y se esparce. Ese aire siempre siempre tiene tu voz. Porque nunca se me va a olvidar tu voz, aunque pierda la memoria.
Espero volver a cruzarte, sin nada concreto, con el simple hecho de verte, o intercambiar palabras. O quizás a estudiar. O a preguntarte qué tal te va con tu nuevo amor.
Ese amor que podrá decir que te quiere de verdad, pero yo te quise, te quiero, y te voy a querer siempre mucho mejor."

Comentarios

Entradas populares de este blog

vidA A A

Márchate de mi vida

Auto-valorarse