tal vez lo bueno está por llegaR !

Es nuestro día, nuestro momento. Este momento que esperamos hace tanto. Este momento que extrañamos sin haberlo pasado.
Es este nuestra última oportunidad de compartir algo que nos une totalmente. Este es el momento en el que empieza la serie de sucesos que jamás vamos a olvidar. Después de este año vienen nuestros propósitos, nuestras metas, después de este año nuestro rompecabezas empieza a armarse, lentamente.
Nadie vive demasiado a esta edad, nadie tiene en claro lo que va a ser de uno en unos años, nadie tiene en claro cuanto dinero va a ganar o cuántos hijos va a tener. Pero lo que uno tiene en claro, mejor dicho, lo que yo tengo claro, es que mi vida que empieza desde ahora, quiero compartirla con vos.
Hoy estamos acá, siento los sentidos agudizados y puedo ver que notás mis ojos tristes. Será porque a veces sentimos soledad en este mundo tan grande lleno de gente que nos quiere, o será que a veces el corazón te hace desvalorizar lo que verdaderamente se debe valorar.
En medio de todo este desastre cruzamos una mirada, lejana, distante. Una mirada que lo dice todo. Me sonreíste y levantaste ese vaso. Yo hice lo mismo, y en esa milésima de segundo toda mi vida se cruzó, en ese instante, por mi cabeza.
Lenvanté mi vaso y brindé. Brindé porque te tengo cerca pese a todas las veces que gritaste tus retos razonables. Brindé porque me enseñaste que el mundo no cede ante nosotros, pero tampoco tenemos que esperar a que pase el temporal. Tenemos que afrontar cada tormenta. Porque gracias a alguien que existe, quizás, allá arriba... hoy estamos a la par.
Brindé por cada copa que me permitiste compartir con vos; po cada caminata, por cada risa y por cada llanto.
Brindé por cada gesto de desilusión y por cada abrazo de orgullo.
Brindé por cada renglón que escribimos juntas y por la cantidad de papeles que nos falta deleitar. Brindé por esa bendita frase final que nunca nos llega.
Brindé porque sos quien me ayuda a inspirar mis revoltosos pensamientos, sos esa musa que hasta el día de hoy no puedo borrar de mis páginas.
Brindé porque me alegra tener una persona como vos al lado, porque sos de esas personas que no se olvidan, sos esa voz que permanece en los sueños aun cuando la memoria se ha perdido.
Brindé porque a pesar de no ser el mejor ejemplo, me ayudaste a levantarme, una vez más. Y si ahora estoy en pie fue porque vos sostuviste todo mi dolor cuando ya el cuerpo no me dio para más.
Una vez más, amiga, brindé y sigo brindando por este momento, por vos, por mí, por nosotras; por la incoherencia, la locura, por nuestras metas. Brindo por la alegría, y por el placer doloroso que nos causa el seguir estando vivos.

"Venga ese vaso, venga ese abrazo, brindemos hermano por todo lo malo... tal vez lo bueno esta por llegar."