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Mostrando entradas de 2017

Fragmento

"Cuando hablamos de destino, ¿En qué pensamos? ¿Un camino ya asignado? ¿Un camino que elegimos con el paso de la vida? Particularmente, no lo sé. Pero en este constante fluir de la vida, hay un día en el que el destino, la casualidad o como quieras llamarlo, conoces a alguien muy especial. Esa persona que en el momento menos pensado llega a tu vida, silenciosamente, de puntillas… ¡y con la sonrisa perfecta, en el momento perfecto! Entra rompiendo esquemas y acabando con los principios que rigen tu vida. Llega poniéndolo todo patas arriba. Para mí eres ese tipo de persona especial que conoces una vez en la vida, en donde basta sólo una mirada tuya para crear una química especial en mi corazón. Pero de pronto, la realidad me golpea, nuevamente me sorprende, pero ahora como despertar con un balde de agua fría. Así del mismo modo que llegas, del mismo modo te vas. Es así que un día despiertas y te das cuenta que el destino es un cabrón, que esa persona ya no estará más allí, que sus...

s o l a

Siempre estuve sola. Algunos dicen que la soledad es para pocos bien estructurados, amueblados de rutinas y polución laboral o estudiantil. Pero todos estamos solos. Y yo siempre estuve sola. No estuviste vos. Ni la terapia ni la vocación dan cuenta de esta atrocidad. Nadie me lo dijo tampoco, porque siempre estuve sola. Y crecí, refugiada de toda la realidad inconsciente que solo algunos pocos saben convertirla. Todos nos cegamos con las lágrimas y el primer abrazo que figura. Nadie está ahí, ese abrazo tácito es tan hipócrita como todos dando abrazos sin sentido por la vida. Y no hay n a d i e . Ni en las buenas ni en las malas, ni en el consuelo ni en la alegría, ni en tu casa ni en mi casa, ni en las vidas vacías ni en las llenas. Todos nos damos la espalda recíprocamente porque seguro no hubo tiempo, o no tuviste ganas, o las tuviste pero preferiste no hacerlo. Y así la vida va pasando a cientos de kilómetros por hora. Y estamos solos, por todos los momentos que dejamos pasar...

Tristeza de escritor

¿Qué le puedo decir al que sufre? El que sufre, agoniza, portador de aquél rostro desgarrador, empobrecido, falto de plenitud.   ¿Qué le puedo decir? ¿Viví? ¿Ama? ¿Reí?  Qué hipócrita el afecto falsamente positivo. Qué hipócrita el que invita a la mesa a beber el vino de la alegría. Qué hipócrita el que no se hunde en Calamaro cuando se entristece. ¿Qué se hace con eso? Esa mochila, con un peso específico incontable, que curva la columna, que duele en cada vértebra.  Se escribe. Esa es la respuesta. Se dibuja cada ángulo redondeado, cada "R", cada "O", cada fantasía se esconde detrás del adjetivo, sustantivo o verbo.  Se escribe porque hay que hablar lo que uno no puede decir en voz alta. Hay que plasmar lo tácito, hay que demostrarse a uno mismo que en la palabra quizás este el momento que abraza sin tener brazos, o sentimientos son corazón.  Quien me dice que la tristeza de escritor no es lo más fructífero, después de una canción, está equivocado,...

P ausa

Acá estoy, mi amor, sentí mi mano,  mi beso, el calor, acá está siempre la pausa. Cerrá los ojos, abrí el corazón, mirate y mirame, somos poesía, somos canción, todo deriva del verbo. Respirá, sentí,  como si fuera una película en la que sólo corremos por la vereda, y acá estará siempre la pausa. Cuando todo es gris, mi amor, en la bruma de la oscuridad, sentí mis latidos, y todo se esclarecerá. No te aferres, volá, como si todo fuese de nubes, y el cielo infinito, pero acá estará siempre la pausa. No te olvides jamás que acá en casa siempre hay amor, lleno de risa, sin dolor, la pausa en un abrazo y todo es vapor. 

A m o r t i g u a r

Estoy cansada. Cansada de manifestar mi voluntad sólo en mis pensamientos. Cansada de ver una mariposa y sentirla libre, cuando yo soy igual que ella y no me asimilo ni un poco. Cansada de escucharme todos los días en mi cabeza, rogando algún día ser escuchada por vos. Cansada de ver la Luna y acordarme cuando todo era una mentira y ni siquiera callaba. Cansada de callar, ver y omitir. Si sólo se trata de pifiar y sonreír. Estoy cansada de todas y cada una de las personas que se miran a sí mismas con esos ojos de poder y lealtad hacia su propio cráneo, cuando todos tenemos un corazón que palpita fuerte y dice presente. Cansada de que cada golpe parezca censurado y cada caída esté amortiguada, como si el dolor de chocar no existiera, como si de él no se aprendiera. No se aprende a los golpes, se aprende de los errores, y si caíste, es porque erraste, y si sentiste el impacto vas a poder sentir la felicidad plena cuando te llegue. Estoy cansada de que cada palabra sea tan punzant...

Poema a las nubes

Otro Valentín, mi enamorado, que brindo al cielo con mi copa en la mano; otros tantos de los días que abrazo al aire extrañando. Otro Santo, de esos Santos, que me ahogo entre lágrimas, sólo recordando entre las manos cuántos momentos es que han pasado. Otro 14, ese número tan cobarde, tan insignificante pero anclando un recuerdo, un amor, un sueño, que cumplió su cometido sin quedarse en el tiempo. Otro febrero, otro martes, otro jueves, otro árbol que no florece, otra pena encastrada en la cama, otro viento que se lleva tu alma. Por lo menos te regalo un poema, una suerte de reencuentro, en la Tierra o en el Cielo, esperame, mi amor, que ya te encuentro.

Palabras

De vez en cuando el paraíso se siente en las entrañas. No hace falta explorar el cielo para encontrarlo, simplemente acariciar el vientre y exponerlo al contacto puramente mágico del sentimiento, ese claro y fuerte sentimiento, que aparece cuando se emite una vocal, unida a una consonante, o a otra vocal, dependiendo el orden, dependiendo la sinapsis. Cuando dos letras se conectan e intercambian su sentido, y forman una palabra, ahí todo deja de ser vacío, todo cobra sentido, todo puede verse con luz y esa oscuridad tan honda y estrecha que habitaba en el planeta deja de existir, por un momento, mientras se pronuncia, o se lee, o se piensa. No hace falta que esté, puede ser tácita, puede ser un hilo de vida que se alarga a medida que se baila al son de la prosodia, o de la conciencia, o de la inconsciencia. La palabra define al hecho y el hecho a la palabra. Son paralelos, y a veces unen sus manos para fortalecer su relación. Pero quizás su amor no es tan fuerte como el nuestro. Quizá...