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Pinta

Deja vu. Cuando medía apenas un metro, mi obsesión era no pasarme de la línea cuando pintaba. Me gustaba llenar la mesa de lápices de colores y pintar, y pintar, y pintar. Con muchos colores. Y cada uno en su orden: el cielo celeste, los techos rojos, los árboles verdes con su tronco marrón. Y ahora es lo mismo. Me veo en la vida pitando los días de colores, sin pasarme de la línea. Sólo que sin un orden establecido. Quizá es la perspectiva de la edad. O quizás es la personalidad que va formándose, y la mía, en ese aspecto, se deformó. O quizás es que simplemente no me gusta que las cosas tengan su orden y estructura. Pero, ¿Cómo se cuál es la línea? ¿Quién me la dibuja? ¿Quién me dice hasta dónde puedo pintar? ¿Yo?

La negra

Si en tu cama falta calor, si en tus brazos su olor, prestale tu canción que la negra se sienta en el sillón.  Ella sólo quiere escucharte,  la emociona tu cantar,  tiembla su boca, tolerante,  cae un lagrimón al azar. No te pongas nervioso, sólo agitá las cuerdas, que la brisa hará lo suyo mientras la negra se olvida las penas. 

IMperfecto

¿Quién puede verse? Sentirse, admirarse, abrazarse, mimarse. Acariciar el alma. Nadie se mira. Todos filosofamos con la idea de encontrarnos, pero la verdad es que nadie quiere llegar a destino. Todos tenemos miedo de decepcionarnos. Porque decepcionar al otro no es lo mismo. Eso se arregla, se cuida, se inhala y se vuelve a construir. Pero, ¿quién puede con el propio peso? Ese de encontrarse y entender que somos lo que queremos ser. Y no importa quienes fuimos ni quienes soñamos con convertirnos. Somos esto. El aquí y el ahora. Y nada más importa. Eso es lo más difícil. Asumir el cambio. Porque no somos una constante. Nadie es permanente en el tiempo. Y cualquiera que piense lógicamente lo contrario, lo invito a hacer una introspección, a "darse una vuelta por el pasado". ¿Quién no tropezó y se fortaleció? ¿Quién no terminó dolido y aún más vivo? ¿Quién no tocó fondo y salio a la superficie hecho y derecho? Todos los corazones laten, aún estando rotos. Y en ese proc...

Te soñé

Y te soñé... Una vez más... Como siempre. Esta vez mi subconsciente eligió que estuvieses ahí, merodeando en la noche, como si fueses dueño de mi cabeza. Y en este punto creo que lo sos. Por momentos te adueñas de mí como si fuese tuya; me voy, y no me pertenezco, ni al mundo, ni al Sol. Y en otros tiempos sueño despierta con esa fantasía de pertenecerte. Y que me vengas a buscar, y agarres mi valija de virtudes y defectos. Pero nada es real. En tiempos de sueños o de vigilia, sólo sos una proyección, que vaga por las calles demostrando tu altanería. Sólo sos mi idea, esa que anhelo con toda mi vida poder crear. Por suerte tengo mis lapsus en los que puedo escribirte, y crearte, y creerte. Y plasmar tu persona como si fueses algo que no sos ni serás. Esos versos son los que me alejan hacia otro estado, cruel, lastimoso y frío, pero lleno de inspiración. Ese aire que se respira allí, es un poco desgarrador, pero llena mis pulmones de imaginación, y ahí te centro, fugaz, hermoso, ...

Y si no

¿Y sino? No. Quizás no... O quizás sí. ¿Quién sabe? ¿Por qué? Flexibilidad. Yo, vos, nosotros. ¿Cómo distinguir? El mundo, así, revuelto. Todo sin Paz. La plaza, la esquina, así no se puede pensar. Pero no. No es eso. ¿Para qué pensar? Lo más normal es la anormalidad. El amor nunca podrá ser una emoción pasiva ni unilateral.

Quizás

Sé que algún día nos vamos a encontrar. Sin olvidos, ni reproches, sólo el vino y tu paz. Sé que algún día la vida nos va a volver a juntar. Sin el miedo de perderte, con tu sonrisa, tus besos y el mar. Y sé que algún día aprenderemos de eso que llegó y se fue, tan rápido, tan ajeno, tan nuestro pero sin nosotros. Sé que por dentro me recordas, como algo fugaz, y eterno. También sé que el tiempo nos dirá que si quisiéramos despegar, ahí va a estar el Sol para iluminar. La vida nos amaga constantemente con precipitar, pero solamente tu canción es la cura de todo este mal.

Ideas

L a siento. En un abrir y cerrar de ojos me toco el pecho y la siento moverse. Como si fuese una brisa; la idea, penetrante quiere asomar. Cuando me levanto de la cama, ya me da indicios de que ese día va a aparecer. No sé como descifro su mensaje, pero ese día florece, mágicamente, como si tuviese vida propia. Y espera el momento oportuno para salir. A veces tarda días, meses, años. Otras veces se inquieta, junta mucha información y pide que la escriba, en ese momento, no importa el contexto.  La mejor parte es cuando la siento elevarse, atravesando cada una de mis neuronas, como si estuviese en un colectivo paseando por mi sinapsis. Y cuando llega a destino, ahí, en el área de trabajo que controla mi imaginación, mi creatividad, sonrío, no importa mi pelo, si estoy en la calle o en el tren, si mi novio me captura o si camino mientras llueve, colapsa su afán y nace, esa idea, única e irrepetible, que completa un poco más mi colección.

Yo lo sé. Lo sé muy bien. Te juro que lo sé. Y no me arrepiento. Los golpes son huellas. Y de ello se aprende. O no. Pero lo sé. Sé qué se siente cuando respiras y duele. Esa puñalada en el hígado, que perfora, y sigue latente, el dolor está, desgarrándose, lentamente; y mientras tanto respirar, con los mareos, las punzadas, mientras el corazón, ahí, con su sístole y diástole sin risa, sin amor... Sé que se siente cuando sufrís la parálisis mental, el colapso, la desorientación; el abrir y cerrar de ojos que no te aclara la vida, las calles movidas, el sueño sin sueños. Sé qué se siente cuando estás ahí, en la cama, sin poder mover los pies, y te levantas, empujando al mundo con los meñiques, todo es espuma, pero pesa tanto... Y llegas a tu casa, sin poder vaciar la mochila, con el peso en la espalda, con la nuca dada vuelta. Sé lo que se siente. Te juro que lo sé. A veces miro la Luna, y me sonríe. No sé si es porque está orgullosa, o se me caga de risa. Pero en ese momento, ...

Ahí viene...

Y ahí viene... Qué histérica de mierda. Me escucho y me doy... no sé... ASCO. Eso, sí, asco. Vomito palabras sin piedad porque vienen a mí de una manera incesante. Me enredo, me piso, me aplasto, todas las ideas vienen a mi paladar antes que yo termine de decir la anterior, y de nuevo, y mi cerebro es una máquina que no puedo programar su funcionamiento. Simplemente sucede. Quisiera hablar cuando él lo necesita, o simplemente explicar lo que le pasa, o que mi boca pueda expulsar lo que él tanto acumula… Pero no. Mi cuerpo está desencontrado. Simplemente hace catarsis cada vez que sale. Qué se yo. La cuestión es que estas parado en mi vista, intentando comprender lo que mi cabeza loca quiere transmitir. Y yo lloro de angustia y de sudor, y de contención y repulsión, y de alivio porque al fin estoy hablando, pero no como yo desearía. Lloro porque quiero que me sigas amando después de esta discusión porque simplemente intento explicar lo inexplicable. Estas ahí, TE VEO. Te sien...

Miedo

Estoy aterrada. Ya no me acuerdo cómo se hacía esto. Perdí mi alegría y mis convicciones; sólo queda el miedo. Eso me aterra. Lloro por el miedo que me genera mi miedo. A todo. Tiemblo. A veces sueño que mis temblores me provocan pesadillas. Una pesadilla de otra pesadilla. Y no puedo salir de ellas. Me despierto, sudo recuerdos, ¿dónde quedó mi paz? Intento salir, pero es un largo camino, y todos los días inhalo y exhalo tras pasar cada árbol, cada pozo, cada piedra. Y cada obstáculo es un nuevo presente y un pasado no pisado. En cada obstáculo me cruzo con todos los males que me paralizaron, con cada punzada que me hizo sangrar. Pero cada vez que miro las cicatrices que me dejaron cada una de ellas, me doy cuenta que nada me hizo sangrar tanto como esto; estoy perdida. A veces me quedo sin aire, siento que no puedo respirar del dolor que me causa simplemente pensar. Perdí mi mayor rasgo, mi mayor característica, perdí mi todo: ya no puedo imaginar. Me duele lo que imagino. Se...

vidA A A

La vida en un salto, me estremece tu canto y el rechinar de tu sonrisa. La vida en un salto, sabes muy bien cómo resumirme. La vida en un salto. En el borde. Perpetua la calma que me hace entender que cada vez que miro alrededor no me interesa saber quién es. Sólo yo. La vida en un salto. Metáfora insoluble. No se entiende. No se explica. ¿Cómo es que la niña ya no está viva? La vida en un salto. En un suspiro. Se va de un arrebato. Para vivir no alcanza con respirar. La vida en un pensamiento, en un cruce de ideas, en un invento. La vida encerrada, encarcelada, sin imágenes ni sorpresas. En la vida no hay vida. Hasta que no la pierdas no sabrás entender lo que significa.

Censura

Tanto tiempo te censuré... Y hoy estás acá. Mordiéndome el estómago. Agujereando mi cerebro como si fueses un gran taladro. Hoy estás acá, mirándome, sintiendo como toda mi sangre transcurre un proceso de congelamiento; mirando como mis ojos intentan desviarse hacia la nada misma. Y te reís. Yo sé que por dentro te reís. De mis censuras, de mis halagos, de mis penas, y mis llantos. Te reís de como poro a poro mi cuerpo se va consumiendo. Te reís porque sabes muy bien lo que me movés al parpadear. Si tan sólo tu silueta fuese una ilusión, las pesadillas desgarradoras desaparecerían, y mi vida se volvería igual de negra pero sin ese resplandor. Porque sos eso. Un resplandor, que aparece, destella unos segundos y queda perpetuo en el tiempo. Como cuando cerras los ojos muy fuerte y de repente los abrís, queda esa luz, que intentas que se vaya pestañeando más y más. Y si tan sólo te fueras en un abrir y cerrar de ojos... A veces me das nauseas. A veces quiero vomitar cuando escucho tu vo...

-Stop-

Placer, angustia, pereza, astucia, viveza, agonía, alegría, ¿qué mierda pasa acá? ¿qué les pasa a todos juntos que se vienen a encontrar? Amor, odio, pasión, rebeldía, asco, miedo, paz. Pará. Pará, loco. Parenelmundomequierobajar. ¿Qué carajo pasa acá? Locura, extremismo, disgusto, codicia, flagelo, entusiasmo, bajon, no quiero, dejame, volvete. ¿Sentimientos encontrados? ¿Sentimientos? ¿Por qué se ponen de acuerdo? ¡Interrumpen mi sinapsis! ¿Ahora cómo sé qué siento? ¿Siento? ¿Sentiré? ¿Qué? Basta.

Límites

¿Cuál es el límite? ¿Cuánto pesa la conciencia? ¿Cuántas cosas podemos llevar en la mochila sin rendirnos? ¿Por cuántos viajes? ¿Cuánta gente vendrá atrás nuestro? ¿A cuántos queremos llevar? ¿Cuántos son los que realmente queremos que estén ahí? Apuntándonos... Señalándonos el camino. Yo todavía no conozco mi límite. Aún no me encontré... A eso está destinado este blog. O quizás si sé a quiénes quiero llevar conmigo pero no se a dónde voy. No sé cual es mi punto débil, con el cuál me caeré, dejando atrás todos mis sueños de montañas, y de libros, y de música, y de teorías. Todo es una gran teoría, porque si sólo fueran hechos concretos, ya hubiese descubierto qué es lo que puedo soportar y qué no. Sólo es una teoría, intuyo que me amo, que me quiero, que me respeto, concretamente no lo sé... Aún no sé cuánto puedo soportar del otro, ni qué esperar, ni qué no, ni cuál es mi límite. Todos los que yo creí que me frenaban, simplemente los pisé, dejándolos atrás, viviendo el po...

Volvé.

Volvé, por favor, no me dejes con el abrazo. Volvé, no me dejes con la palabra, inquieta, destrozada, sin alma. Volvé. Traeme tu canción. Volvé y haceme feliz. Prestame tu sonrisa. Volvé con tu olor, no me dejes con esta pena. No puedo avanzar. Volvé, te necesito. Acariciame la vida, arropame, envolveme. Te extraño insosteniblemente. Volvé.

Imagina

Quisiera ser más estable. A veces siento que pierdo la imaginación. Me estanco. Sudo. Me miro al espejo y tiemblo. Y me pido tiempo. Ya va a pasar. Sólo es una crisis, los tiempos mejores son los que vienen cuando uno supera las grandes mareas, ¿no?. Y después todo es felicidad. La vida me llena, todo es canción, bebo música, respiro vida, disfruto, sonrío. Pero no imagino. Tan sólo tengo pequeños lapsus en los que la inspiración simplemente pasa cuál ráfaga ventosa de julio. Inalcanzable. Y después llega esto. Intentar explicar por qué me pasa. Y voy a la facultad y hablo de identidad. Y voy al psicólogo e intento explicarle quién soy. Soy quien soy cuando escribo. Y cuando lo quiero pronunciar, mi boca no lo puede emitir. Y hablo de lo que me identifica: las palabras. Y me extraño sentada los martes a las 2:00 am en mi escritorio, con mi teclado húmedo, el olor a café, la pantalla ahí, estática, pero gritándome "Dale! Terminalo! No te vayas a dormir!". Y extraño m...

Quilombo

¿Encontrarme? ¿De qué estoy hablando? ¿De aprender de mí? ¿De saber lo que quiero? ¿Qué? Sí. Definitivamente, quizás, tal vez, sea eso. Encontrar. Se. Vivir con uno mismo. Si al fin y al cabo el dolor es la misma patada en el culo. Asumirse. Auto flagelarse. Consolarse. ¿Para qué? ¿De  qué me sirve eso? Nada, qué se yo, no sé. Quizás es miedo, quizás es pánico, quizás es la puta verdad que al final somos lo que construimos.Y para mí no es así. Me pongo en ortiva y me contradigo. Acá me planto. SOMOS LO QUE SOMOS Y LO QUE QUEREMOS SER. Y no importa el resto. Podemos construir y derribar cuantas veces se nos de la gana. Quizás sea eso. Miedo. A construir. Miedo a la satisfacción plena de lograr. Y de sufrir mientras se logra. Miedo a no sé qué. Porque se sufre por todo. Hoy en día todo es sufrimiento: ir a cursar, esperar el bondi, que te toque una vieja charlatana, que el profesor se ponga en gil, que haga calor, Gimnasia... Todo es una patada en las bolas. Hoy en ...

Crece el Sol

Cae el Sol Rendido al amor; Colgado de manos Renace su Son. Inventa poesias, Toma fotografias, Le pide a la Luna Que acompañe su vida. Pero ella no puede, No quiere, se niega. Intenta que el tiempo Levite en la Tierra. Pero el Sol no decae, Aun entristecido, Le demuestra que siempre Se gana aun perdido. La Luna, llorando, Lo eclipsa de amor, Y en una gran implosion Estallan de esplendor. El Sol aprovecha el momento, Sabe que no es para siempre, Y aun conociendolo todo, Se rinde ante la Luna, y crece.

Se

Se rinde a la velada, Se hunde en la mirada, Se peina, se despeina, Se brinda a la invitada. Se toca, se mira, Se posee, se priva, Se avergüenza, se mima, Se agarra de la vida. La sueña, la desea, La siente su princesa, La agarra, la abraza, Y ya nunca mas la suelta.