Historias
Y nuestros corazones, rotos, pudieron guardarnos el rencor de querernos tanto. Nunca se sabe en qué puedo terminar, vos bailas mientras mi alma se va marchitando, vos vivís mientras mi interior se apaga, se quema. Pero no es problema, puedo pasarlo a segundo plano. Necesito que lo sepas, pero no como yo, que todavía tengo aquella duda que me mata por saber lo que sentís. Quiero un poco de tu calor, de tu olor, de tu sabor. Es como vibrar. Y todavía sueño que te tengo, porque no imaginé que podía ser tuya pero aprendí a serlo, y nadie lo puede cambiar. Y mientras vos seguís tu ruta, yo escribo por vos, y para vos. Porque es un cuento que merece ser contado.