Lo juro por mi pellejo, para mi Dios es mi viejo (carta a mi papá)

El mundo está poblado de gente que no cree en la felicidad. Incluso yo no estoy de acuedo con eso; vivimos pequeños o durareros tiempos en los que la llamada "felicidad" se apodera de nosotros y nos hace vivir como si fuera el último día que pisemos la tierra.
La plenitud que nos causa ver una película que nos gusta, estar con tu mejor amigo, o compartir una simple charla, con tu papá, con un mate de por medio, es lo que desmuestra que la felicidad no es eternamente plena.
Porque sólo somos una pequeña parte del mundo, y a él le importa poco que cada una de las personas sean felices.
Muchos dicen que la mente es quien domina íntegramente a la persona, pero yo creo que es el corazón quien nos dicta. Quien nos hace tomar desiciones. La mente es quien te lleva a actuar, transforma en hechos la idea de esa parte del cuerpo que tiene vida propia. La mente es dominable, el corazón no.
Cada corazón está inundado de sentimientos, que incluso a veces desbordamos por no hacerlos ver a tiempo. Otras veces los ocultamos por el simple hecho de no darnos cuenta que los tenemos, ahí, ahogandonos. Y desordenamos nuestra cabeza, hasta la golpeamos de una forma que duela más que si la golpearamos contra una pared.
No es concreto lo que quiero decir, y reconozco que tengo las ideas un poco desordenadas. Aun busco quien pueda llegar a tener las respuestas a los tantos interrogantes que dan vueltas alrededor mío, pero sólo Dios sabe quién es. Mientras tanto, sé que tengo una persona al lado que nunca me va a abandonar. Tenemos un parecer totalmente distinto, una mente que tiene posiciones totalmente diferentes, y es por eso que muchas veces no nos entendemos. Pero sé que vos vas a estar siempre ahí. Brindandome momentos felices, compartiendo un mate, escuchando mis ideas desordenadas, y hasta poniendo tu hombro cuando alguien me rompa el corazón. Porque es parte de la lucha que compartimos a diario, el simple hecho de ser "padre e hija" nos impulsa a que muchas de las desiciones que tomamos las pensamos por el otro, es decir, nos aferramos a la idea de que hacemos las cosas bien por la otra persona. Y los errores que cometemos son parte de la vida, pero tratamos de hacer lo mejor que podemos; porque nadie entiende esta situación, ni siquiera nosotros. Pero esto demuestra que pensamientos contrarios a veces nos hacen crecer más rápido: lo que no posee uno, lo brinda el otro, y así es una gran cadena, una eterna cadena.
Y aun sigo pensando en esta edad de rebeldía, de ideas inconclusas, y de indecisiones, que sin vos no sería la persona que soy. No soy el mejor ejemplo, y a veces no soy lo que ustedes esperan de mí, pero yo creo que es temporal, todo pasa. Porque a vos si te importa que mis momentos sean mas felices que tristes, a vos si te importa que encuentre lo que verdaderamente me hace sentir plena, o que por lo menos tiene el poder de despejarme unos momentos aislados de todos los males que ocurran, a vos si te importa.
Solo somos una pequeña parte del mundo, pero hoy mi mundo se caería si no estás vos .